Masticación y salud

Masticar adecuadamente es fundamental para contar con un buen estado de salud, ¿lo sabías? Se trata de un proceso muy complejo en el que se requiere la coordinación perfecta del sistema nervioso, de los músculos linguales, mandibulares, suprahioideos……y se ve afectada por diversos factores como la postura, el tipo de dieta, la ausencia de piezas dentales, la dentición tardía…

El patrón masticatorio se va modificando desde los primeros meses de vida hasta que se completa la erupción (salida) de todos los dientes y muelas permanentes, alrededor de los 12-13 años (obviamos las muelas del juicio porque a veces ni siquiera llegan a erupcionar, lo que dice mucho de su participación en el proceso del que hablamos).

¿Cómo evoluciona la forma de masticar?

¿Te has fijado alguna vez en lo pequeñas que son las mandíbulas de los bebés? son así para lograr un perfecto acoplamiento con el pecho de su madre……la naturaleza es sabia, me sigue impresionando.

Al principio el bebé realiza movimientos mandibulares que son inestables, descoordinados e irregulares; pero cuando aparecen los primeros dientes y el sistema nervioso va madurando estos movimientos se van perfeccionando.

Según van apareciendo las piezas dentales (primero las de leche y luego las permanentes), la mandíbula va creciendo en proporción al resto de la cara (siempre que no existan alteraciones como deglución atípica o respiración oral, por ejemplo).

La forma de masticar se va adaptando al número y posición de dientes y muelas, y entonces la masticación debería ser algo así:

¿Y qué tiene que ver la forma de masticar con la salud en general?

¡Aja! aquí entramos en lo más interesante de este artículo, la prevención……porque cuando un/a niño/a no aprende a masticar adecuadamente puede empezar a desarrollar adaptaciones musculares que pueden ocasionar, entre otros, dolor mandibular, otacervical, cefaleas o migrañas, otalgias e incluso desviaciones de columna con el tiempo. 

¿Sabes por qué? 

Porque el cuerpo funciona como una perfecta máquina con numerosos engranajes, y cada acontecimiento que ocurre en esta máquina afecta a todo el sistema de engranajes.

Piénsalo, si masticas normalmente por un solo lado, los músculos masticatorios de ese lado tendrán más tono, y por tanto sus fibras serán más cortas. Si hablamos de edad pediátrica, las ramas mandibulares crecerán de forma asimétrica, ya que la musculatura determina su longitud. Además, no solo tendrán más carga los músculos de la masticación, también los músculos faciales y los del cuello del mismo lado sufrirán más carga…por lo que se irá modificando progresivamente la postura para ir compensando las asimetrías entre los músculos de ambos lados del cuerpo. ¿Y qué pasa con las cefaleas y las otalgias?…pueden originarse por la compresión de los nervios craneales que controlan la masticación.

¿Esperamos a ver qué pasa? ¿actuamos cuando aparezca el dolor o las maloclusiones? Yo te recomiendo que no lo hagas, mejor vamos a detectar de forma temprana cualquier alteración y tratarla si es necesario.
Una visita temprana al odontopediatra y al logopeda especialista en terapia miofuncional orofacial puede evitarle a tu peque muchos problemas futuros…tanto durante la infancia como en su edad adulta.

¿Te habías parado a pensar lo importantísimo que es la forma de masticar de tu hija/o?

Signos de alerta:

  • No usa las piezas dentales sino la lengua para desmenuzar alimentos.
  • Casi siempre usa el mismo lado para masticar.
  • La comida no está bien triturada al tragarla.
  • Refiere dolor al masticar.
  • Se lleva a la boca trozos excesivamente grandes.
  • No es capaz de manejar trozos grandes.
  • Utiliza las manos para fragmentar la comida.
Si tu hija/o ya tiene dientes y observas alguna de estas dificultades, ya sabes, ¡visita a los especialistas!

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